15 Mar Curro y Rocío, boda religiosa frente a su Virgen de la Bella
Cuando Rocío nos contactó por Instagram más de un año antes de su boda, no se imaginaba (ni nosotros tampoco) todo lo que íbamos a pasar hasta llegar a su gran día. Una pandemia de por medio nos hizo tener que modificar muchas fechas y planes, pero Rocío tenía claro que ella y Curro se casarían en su fecha prevista. Y así fue.
Los preparativos fueron una parte de su boda que disfrutamos muchísimo. Con Curro aprovechamos para bromear con sus nervios y su timidez frente a la cámara. Con Rocío disfrutamos de un espacio con una luz increíble y estuvimos rodeados de una familia ilusionada y participativa al máximo. Además, nos enamoramos desde el primer momento del vestido de Rocío y su abrigo, piezas salida de las manos del diseñador Alejandro González.
La entrada a la iglesia Santo Domingo de Guzmán lucía preciosa, decorada por Floristería Silvia con pampas y flores naturales. Dentro esperaban impacientes novio y madrina la llegada de la novia. Tras una emotiva ceremonia y antes de abandonar la iglesia, los recién casados visitaron la capilla de la Virgen de la Bella, de especial significado para ellos, y le dedicaron un rezo cantado.
El buen tiempo y el calor acompañaron durante todo el día y la celebración en Hacienda Valdeflores fue relajada y distendida, dejando paso a una fiesta increíble en una casa particular donde Rocío y Curro habían preparado de todo: música, barra libre, mesa dulce, recena y un entorno privilegiado para disfrutar hasta que el cuerpo aguantase. Y ya os adelantamos, que aguantaron mucho, mucho.
Proveedores:
Vestido novia: Alejandro González Atelier
Peluquería novia: Rocío Méndez
Maquillaje novia: Amor Martín
Ramo: La Florería
Tocado: Carmen Marcos
Zapatos: Nuria Cobos
Decoración Floral: Floristería Silvia
Decoración hacienda y mesa dulce: La Grafiteca Lugar de celebración: Hacienda Valdeflores (Cartaya)