Disfruto cada boda como si fuera la primera (o la última) con una mezcla de nervios y sonrisa imborrable. Pero sin duda, lo más bello de todo esto es conocer a tantas parejas que confían en nosotros el día más especial de sus vidas. Nuestro trabajo nos trae gente maravillosa que nos invita a entrar en sus casas, sus vidas, sus familias… y de algún modo un pedacito de nosotros se quedará para siempre con ellos.
Pero, como decía al principio, yo solo soy la cabeza visible del bonito grupo de familia y amigos que formamos Carsams. Somos un equipo compuesto por videógrafos y fotógrafos con una filosofía en la que prima la naturalidad, el gusto por las cosas bien hechas, y que valora el componente humano de este trabajo por encima de todo.